Los masajes terapéuticos son una herramienta fundamental dentro de la kinesiología y la fisioterapia, utilizados para aliviar tensiones musculares, mejorar la circulación, reducir el dolor y favorecer la relajación general del cuerpo.
Mediante técnicas manuales adaptadas a cada paciente, el masaje actúa sobre los tejidos blandos —músculos, tendones y fascias— promoviendo una recuperación más rápida tras lesiones, sobrecargas o procesos inflamatorios. Además de sus beneficios físicos, los masajes contribuyen al equilibrio emocional, disminuyendo el estrés y mejorando la calidad del sueño. Son indicados tanto en tratamientos rehabilitadores como en programas preventivos o de mantenimiento del bienestar corporal.